Newborn, los refugiados y el twist perverso de la empatía
Alberto Enríquez, Jonathan Horta, Ricardo Ochoa, Karla Paniagua
El twist perverso
El abuso del término “empatía” nos causa prurito. Cuando va a realizarse un ejercicio de pequeña minería de datos, resulta fundamental logran una sensación de mutua sintonía con las personas que nos brindarán su tiempo y espacio para contarnos cómo es su vida, cuáles son sus problemas y sus necesidades (rapport), siendo la empatía (capacidad para identificarse con alguien y compartir sus sentimientos, según la RAE), un fin difícil de conquistar en una sola inmersión.
Gracias a la liviandad con la que el término “empatía” suele abordarse en algunos contextos, la noción parece haberse descafeinado para referir a la cualidad de tenerle cierta simpatía o tolerancia al “otro” (el usuario), aunque se dé por sentada su voz. A esto le llamamos el twist perverso de la empatía: el enmascaramiento de una actitud etnocentrista y asimétrica con un buzzword que significa justo lo opuesto.
El reto
Para Punk resulta indispensable que el equipo de trabajo asuma retos periódicos que permitan la puesta en práctica de las habilidades del staff, así como la detección de áreas de oportunidad: ¿qué debemos saber y saber hacer para ejecutar mejor estos retos en el futuro?
En septiembre del 2018, Endeavor en colaboración con UNICEF Innovation Fund, convocaron al Hackatón Blockchain Mx, iniciativa que se propuso convocar a la comunidad desarrolladora en México con el propósito de generar soluciones en torno a la problemática global de los refugiados. Alberto Enríquez, CEO de Punk, consideró que esta sería una gran oportunidad para poner a prueba al staff de diseño y desarrollo de software, así que viajó a la Ciudad de México en compañía de Jonathan Horta, Ana Toledo y Ricardo Ochoa, la escuadra de la compañía.
Para enfrentar el proyecto, el equipo primero realizó una investigación documental que les permitiera entender la problemática de los refugiados. Vale la pena decir que el Hackatón no incluía la participación refugiados mediante testimonios u organizaciones internacionales que los representasen, de manera que su mirada se reconstruyó mediante investigación documental; en este orden de ideas, se partió del supuesto de que no es necesario experimentar una empatía (ni real, ni perversa), sino entender los diversos dilemas técnicos a enfrentar, seleccionando aquellos para los cuales Punk está mejor armada.
¿Cómo podemos, utilizando Blockchain, contribuir a la solución de los problemas de salud que los refugiados deben enfrentar en su llegada a los países que los acogen? ¿Cómo lograr que un refugiado comunique su estado de salud, cuando su propia situación le impide llevar consigo documentos probatorios, hablar el idioma local para comunicar un historial o sin contar con una edad apropiada (en el caso de los niños que viajan solos) para hacerse entender? Fueron las preguntas que el equipo se planteó para guiar la pesquisa.
La solución
El equipo bocetó una solución llamada NewBorn, una plataforma que opera con la cadena de bloques de Ethereum (adecuada para el desarrollo de aplicaciones) y permite crear una identidad digital para la persona refugiada al tiempo que se les realiza el check up médico de rutina en el país huésped; la institución que realiza la revisión médica sube los datos relativos al estado de salud de la persona; esta solución utiliza también uport.me, aplicación para compartir información personal de manera segura, garantizando que el usuario pueda tener su información en la nube, accediendo a ella cuando así lo requiera.
La propuesta nos valió el segundo lugar del hackatón. Fue una provocación interesante para el equipo, nos permitió medir el músculo y presentar soluciones interesantes y coherentes.
Epílogo
Al reflexionar en torno a esta experiencia, el equipo recuerda cómo hubo un primer momento un poco caótico, en el que se realiza la exploración y las piezas aún no calzan. Trascender ese momento con investigación, discusión interna y bocetado, resulta crucial para el buen resultado del proyecto.
El ejercicio ayudó a que el equipo identificase sus puntos flacos en términos de capacitación y dominio de la cadena de bloques; fue un primer ejercicio contra reloj que merece una nueva revisión para llevar la propuesta a un siguiente nivel, del cual pueda derivarse un prototipo.
Una lección interesante es que el diseño centrado en el usuario requiere un ejercicio permanente de desambiguación: ¿quién es el usuario?, ¿para quién estamos haciendo esto?, ¿qué podemos hacer para entender su situación? No siempre será posible tenerlo enfrente, como ocurrió en este caso, pero de alguna manera su testimonio y mundo de vida debe reconstruirse.
Otra lección relevante es que no siempre es posible experimentar la empatía con la debida profundidad del término, lo cual no debe ir en detrimento de la capacidad del equipo para formular una propuesta pertinente. Es posible idear un primer modelo de solución habiendo explorado y realizado suficiente investigación documental, si bien la evaluación del prototipo necesariamente implica un piloto con usuarios, que en este caso serían no solo los refugiados, sino los médicos evaluadores que llenarían la herramienta y los diversos interlocutores que deben consultar el contenido, entre otros: el camino es largo aún.
La experiencia adquirida en el Hackatón Blockchain Mx nos permitió enfrentar en mejores condiciones el proyecto que hoy desarrollamos para Vitaplenus. Concierge Functional Medicine, organización con la que tenemos el honor de colaborar actualmente para su transformación digital y cuyo caso abordaremos en una entrega posterior.